domingo, 26 de febrero de 2017

Cuando estábamos vivos

"Cuando estábamos vivos" nos cuenta una historia de amor que tiene un comienzo (tanto el romance como la novela) un tanto apresurado, o así nos lo cuenta su autora, Mercedes de Vega: Lucía Oriol y Francisco Anglada caen enamorados prácticamente al momento de conocerse. Ella es una mujer casada con un noble italiano adepto al régimen de Mussolini, pero no duda en caer en brazos de Francisco, un viudo empresario de oscura procedencia, prácticamente al instante. Corren los últimos años del reinado de Alfonso XIII en la ciudad de Madrid y al hilo de la historia de amor recorreremos los hechos históricos que van desde los años previos a la implantación la II República hasta la Guerra Civil, mostrándonos la vida cotidiana de la población madrileña, incluyendo los contrastes entre las clases acomodadas y el pueblo donde abundan los pobres de solemnidad, la diferencia entre la miseria de la mayoría y el mundo de las grandes fortunas pendientes de la crisis financiera del 29, invirtiendo en los negocios inmobiliarios que están ampliando la ciudad más allá de sus antiguos confines, la construcción de la Ciudad Universitaria bajo el amparo del rey Alfonso XIII y cómo éste tuvo que salir de España dando lugar a un nuevo régimen que iba a dar el poder a las clases trabajadoras, que iba a acabar con las desigualdades, pero que por su extremismo y desfase culminó en una terrible guerra.

En este marco histórico, descubrimos que la familia Anglada renunció al judaísmo hace varios siglos; así y todo, cuatrocientos años más tarde, Francisco sigue despreciando la religión cristiana, a pesar de que generaciones de su familia han sido educadas en el credo cristiano y su propio hermano es sacerdote. Como opinión personal, encuentro algo desfasada esta postura del protagonista masculino de la novela, aunque entiendo que es un recurso necesario para justificar su relación y compromiso personal y económico con el entorno judío de la capital que supone uno de los ejes de la trama.

Continuando con el argumento, la turbulenta historia entre Lucía Oriol y Francisco Anglada se encontrará con numerosos escollos, comenzando por el marido de ella y siguiendo con la complicada hija de Francisco: Jimena es una joven peculiar que oscila entre la abulia y el desquiciamiento, un personaje extremadamente dramático y desgarrado, desgraciada desde su infancia y que centrará gran parte de la novela por su relación con los distintos personajes.

Aunque el argumento cobra interés según avanza, no puedo evitar encontrar con frecuencia inconsistencias en las personalidades de los personajes, cambios tempestuosos de opinión y de actitud como con la protagonista, Lucía, educada en la religiosidad y al tiempo tan liberal, comprometida con el orfanato de monjas que sustenta y al tiempo tan desapegada de sus propios hijos y marido. En cualquier caso, la novela nos proporciona una visión de una época conflictiva entrelazando los acontecimientos históricos con las vidas privadas de los protagonistas, con sus problemas personales que se ven complicados por los aires revolucionarios y libertarios que arrastran a la capital y a todo el país al caos y acaban con el mundo privilegiado en el que se movían aquellos, arrasando con vidas, fortunas y familias.

lunes, 20 de febrero de 2017

The couple next door (La pareja de al lado)

Los protagonistas de la historia que cuenta "The couple next door" de Shari Lapena, son Anne y Marco, un matrimonio joven con una pequeña hija de seis meses que decide aceptar una invitación a cenar en casa de sus vecinos, a pesar de que la canguro les ha fallado a última hora; tras una breve discusión deciden ir igualmente dejando a la niña durmiendo en casa y controlándola a través del monitor. Ocurre lo imaginable: cuando regresan a casa la niña ha desaparecido de su cuna. Se inicia en ese momento una investigación policial donde escasean las pistas, nadie ha visto a los secuestradores, ni siquiera hay reclamación de rescate, ni razón para hacer desaparecer a la niña. La policía busca motivos que justifiquen la desaparición: la ligera depresión postparto de Anne puede justificar que haya hecho daño a su hija involuntariamente y hayan tratado de ocultarlo; también los problemas económicos de la empresa de Marco podrían haberle llevado a simular un secuestro para obtener dinero de sus acomodados suegros. Todas las teorías están sobre la mesa, todo son posibilidades y ninguna certeza, lo cierto es que la niña sigue sin aparecer y los padres y la policía se desespera.

El ritmo de la novela es constante, la intriga se mantiene según seguimos la investigación, la reconstrucción de los hechos, mientras descubrimos la relación con los adinerados padres de Anne así como con los vecinos que esconden su propio secreto que puede tener algo que ver con la desaparición de la pequeña. O no. Es cierto que es fácil sospechar a lo largo de la lectura quién puede ser el culpable, el organizador del secuestro, pero la trama permite conservar la intriga y la angustia por saber cómo se resolverá finalmente el caso que, como suele ocurrir, se complica más de lo previsto.

Una lectura entretenida y que mantiene la tensión hasta el final, con unos personajes atractivos que hacen de la novela una candidata propicia a convertirse futura en película de éxito. Lo veremos.

jueves, 16 de febrero de 2017

Camille

El comandante Camille Verhoeven, protagonista de la serie policíaca del francés Pierre Lamaitre, no es un hombre afortunado; después de los dramas que le ha tocado vivir con anterioridad parece que ahora que ha rehecho de algún modo su vida junto a Anne, esta resulta ser la víctima de un brutal atraco, sin más razón que la de encontrarse en el lugar erróneo en el peor momento. Lamaitre nos describe en "Camille", con su usual detallismo no exento de detalles cruentos el devenir de los hechos, el salvaje ataque que sufre Anne, las sensaciones de Verhoeven al revivir los hechos a través de las grabaciones de las cámaras y de los relatos de los testigos del asalto, la manera en la que se involucra en la investigación sin informar a sus superiores ni compañeros de la relación que le une con la principal víctima del caso, el modo en que carga sobre sus hombros la responsabilidad de salvarla del asesino que parece acecharla, que quiere acabar con ella a toda costa.


A diferencia de la mayoría de las novelas de misterio o de género negro que van incrementando el suspense hasta un final explosivo, las novelas de Lamaitre comienzan en alto y en ningún momento bajan a un momento valle, a todo lo largo de la lectura nos mantenemos en vilo esperando un golpe de gracia, un estallido de violencia, un acontecimiento inesperado, el corazón constantemente en un puño, porque los personajes negativos no son racionales, son crueles sin medida y no bajan la guardia en ningún momento. Y el lector tampoco puede relajarse ni un minuto, hay momentos en que la angustia por no entender qué está pasando te ata al libro y te hace leer a toda velocidad para lograr salir del laberinto en el que el pobre Camille se encuentra atrapado.

Esta es la última novela de la serie protagonizada por Verhoeven, una serie de las que hay que leer siguiendo su orden de publicación, en la que te llegas a encariñar del comandante y algunos de sus peculiares compañeros y que garantiza en todas sus entregas emoción máxima, profundización en los sentimientos y la mente de los personajes y, sobre todo, un enorme disfrute lector, a pesar de que en ocasiones haya que entrecerrar los ojos ante la crueldad de algunos de los episodios narrados. Pero así y todo, no dudo en recomendar su lectura por su indudable calidad literaria y acierto en el retrato humano de los personajes.

jueves, 9 de febrero de 2017

El asesinato de Sócrates

De auténtica maravilla tengo que calificar el fascinante viaje a la Crecia antigua que he experimentado a través de la novela de Marcos Chicot, finalista del premio Planeta 2016 "El asesinato de Sócrates", gracias a la cual he revivido el constante e incansable enfrentamiento militar entre Atenas y Esparta, ambas ciudades magníficamente descritas en su arquitectura, sus diferentes idiosincrasias, la vida cotidiana de los ciudadanos de ambas ciudades, el entrenamiento de los guerreros, la formación intelectual de los jóvenes aristócratas, la distinción entre los derechos de los ciudadanos y los que carecen de tal condición, el ejercicio de la democracia originaria, el ejercicio de los oficios y el trabajo de los artesanos, las técnicas arquitectónicas, de pintura o de alfarería y el relato de las batallas históricas con detalle de las técnicas y tácticas militares, además de numerosos acontecimientos históricos, tradiciones, mitología, etc.

El argumento de la novela se sitúa a lo largo de la guerra del Peloponeso, el prolongado conflicto bélico que enfrentó a las dos principales urbes griegas a lo largo de treinta años. Encontramos una mezcla de personajes reales y otros ficticios, pero siempre inspirados en la realidad de los habitantes de aquellas ciudades. Grandes figuras históricas con más o menos protagonismo aparecen en las páginas de la novela, algunos con breves apariciones y otros con papeles destacados en la tramas: dramaturgos como Aristófanes, Eurípides, Sófocles, el gran Pericles, Mirón el escultor y el mismo Platón, discípulo aventajado del gran Sócrates, el filósofo que destaca entre todos ellos, el gran pensador al que el oráculo de Delfos ha preconizado una muerte violenta a manos del hombre de los ojos más claros. A lo largo de la novela, al hilo de los acontecimientos históricos iremos siguiendo la vida del filósofo y los amigos que lo siguen y acompañan tratando de aprehender algo de la sabiduría del hombre más sabio de Grecia y de todo el mundo civilizado en aquel momento, alguien que "se consideraba a sí mismo un filósofo, alguien que quiere saber, y no un sabio, alguien que ya posee el conocimiento." Sus amigos tratarán de descubrir si el oráculo se acabará por cumplir, cosa que a él, únicamente ocupado en descubrir la verdad de las cosas, no le preocupa en absoluto.

Oímos hablar a Sócrates mientras adoctrina a sus pupilos y escuchamos sabias reflexiones en su búsqueda del verdadero conocimiento, al margen de las opiniones o los intereses, la verdad sin más. Queda claro que todo lo que el filósofo se planteó en el siglo V a.C. sigue plenamente vigente para el hombre del siglo XXI, de tal modo que la novela está plagada de frases para resaltar, de afirmaciones palmarias sobre la naturaleza del hombre, sus relaciones en sociedad, el gobierno y, en fin, el mundo tanto antiguo como actual.
"Qué terrible es la diferencia entre el gobierno de la justicia y la tiranía de los más convincentes"
Después de haber leído hace unas semanas la novela ganadora del premio Planeta de este mismo año y a continuacion esta que ha resultado finalista en el mismo certamen, tengo clarísimo que esto de los premios va mucho más de vender libros que de premiar la calidad literaria; no tengo ninguna duda de que "El asesinato de Sócrates" es mucho más merecedora de ser premiada, es más completa en todos los aspectos, más intensa, con unos personajes mucho más interesantes, mejor redactada, con una trama más elaborada, fabulosamente documentada, aunque probablemente sea menos comercial por su extensión, por no ser obra de un autor "popular", incluso su profundidad, su temática sobre asuntos de base cultural e histórica, la hagan menos apta para ser vendida por millares, una novela sobre filosofía y guerra tiene, seguramente, más complicada la promoción masiva, pero sin duda es mucho más recomendable a nivel de calidad literaria para un lector ávido de buenas historias muy bien contadas. Lo tengo claro.