miércoles, 5 de enero de 2011

The Help (Criadas y Señoras)

Me ha gustado mucho esta novela de Kathryn Stockett, situada en la ciudad de Jackson, Mississippi, en los años 60. Cuenta una historia narrada a tres voces: por un lado están las dos asistentas negras, Minny y Aibeleen, radicalmente distintas en personalidad pero ambas dedicadas desde muy jóvenes a servir a señoras blancas ocupadas en sus partidas de bridge y sus actos de caridad, que en ocasiones las tratan como parte de la familia, a veces como parte del mobiliario, pero siempre siguiendo las normas que marca la segregación racial, la distancia entre personas de distinta raza. A pesar de ello, las asistentas aman sinceramente a los niños blancos que crían y luchan por sacar adelante a sus propias familias, asumiendo siempre su posición de inferioridad como personas de color, que no tienen permitido compartir con los blancos ni los mismos asientos en el autobús, ni las escuelas de sus hijos, ni tan siquiera los platos, vasos o cubiertos en las casas en las que trabajan.

La tercera narradora es Skeeter, hija de unos terratenientes con plantaciones de algodón, recién salida de la universidad, no acaba de encontrar su sitio en la tradicional y puritana sociedad de su ciudad natal. Los momentos históricos que la rodean, la marcha de Martin Luther King, el asesinato de J.F. Kennedy, la nueva música que surge, los Rolling, Bob Dylan, le hace ver que se puede ir más allá de lo que le han enseñado sus padres. Y acaba ideando un proyecto en el que, ayudada por las criadas, volverá del revés los fundamentos de ese mundo sureño anclado en el pasado, lo que le costará la condena al ostracismo por parte de sus amigas, el fracaso de una posible relación sentimental con un chico de buena familia y tendrá que buscar un nuevo horizonte para su vida futura.

Narrado con un estilo sencillo, engancha sin duda desde el principio, todos los personajes, principales o secundarios están muy bien dibujados, la trama se sigue con interés y da qué pensar en cuanto a lo que tuvieron que soportar las personas de color en algunos estados norteamericanos hasta hace relativamente pocos años, en base a unas leyes absolutamente irracionales que limitaban sus derechos por el mero hecho de tener una piel de distinto color.

1 comentario:

  1. es un libro que disfruté muchísimo y que incluso puedo decir, de lo mejor que leí el año pasado. Me alegra saber que te gustó.

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